lunes, 10 de enero de 2011

ETA o la manzana atragantada en la garganta de Blancanieves

     De pequeñas, mis padres nos regalaron a mi hermana y a mí una cinta de cuentos infantiles. Mientras la cinta cantaba en un casete destartalado, jugábamos con mis amigas a hacer una especie de happening inventado. Todas nos escondíamos detrás de las cortinas del salón, que hacía las veces de telón, y aparecíamos en el escenario conforme sonaban las voces de los personajes que, previo pacto, habíamos sorteado con el “pito pito colorito”. Todavía puedo recitar parte de esos cuentos con la misma cadencia y entonación de la cinta. Blancanieves: “Oh, prodigio. Y la brusquedad del choque hizo que Blancanieves echase por la boca el trocito de manzana que tenía atravesado en la garganta”, declamaba un narrador con una voz a lo Florentino Fernández.

     El descanso del guerrero. Llego a casa después de cogerle el pulso a un día de trabajo tras las vacaciones, después del tráfico, después de una visita a la family, después del retonno al club deportivo, después de los lineales del Mercadona... Me ducho, me pongo el traje de noche, me siento en mi sofá rojo-guinda y reposo mis malparados pies en mi mesita "años 70" (No es retro. Es que tiene los mismos años que yo). Me abro una cerveza y me fumo un cigarrito ahora que no está de moda, que a mí me gusta ser políticamente incorrecta un poquito todos los días. Y enciendo mi ordenata, dispuesta a empaparme de cotidianeidad trascendente con los periódicos. Y, como a Blancanieves, se me atraganta la manzana en la garganta. Perpleja. ETA en las portadas. Otra vez. ¿Otra vez? Otra vez. ¿Cuántas veces otra vez? Otra vez.

La noticia-bomba es que la banda terrorista anuncia un “alto el fuego permanente, general y verificable”. De repente, se me sube la bajona, que diría mi amigo Semi. No puede ser. No me lo puedo “de creé”. Todos los músculos demi cuerpo en estado de "casi coma". El cerebro congelado.
España está al borde del colapso económico. La Unión Europea lleva días rumiando un plan de rescate para Portugal. Los expertos ya han anunciado que, si Lisboa cae, nosotros vamos detrás, al fondo del pozo renegrío. La reforma de las pensiones está en plena negociación y se aprobará el próximo 28 de enero aun a costa de una huelga general que, este mes, me hará más pobre que la subida de la luz. A los parados se les acaba la limosna de los 426 euros en febrero. Y nos salen con esto.
   
     Qué está pasando en este país.

     El pasado 6 de septiembre, hace apenas cuatro meses, ETA anunció un "alto el fuego" argumentando "un año sin atentados". Su oferta: “Fin de las acciones armadas verificable para poner en marcha un proceso democrático”. La respuesta del Gobierno y del principal partido de la Oposición fue unánime y rotunda: “El único comunicado que los españoles están esperando de ETA es aquél en que anuncie su disolución y su abandono para siempre de las armas”. No hubo diálogo. No hubo negociación. El tema no pasó de dos telediarios y una entrevista en "El País" a Otegui un mes después. ¿Entonces? ¿Pueis? ¿Qué hay de nuevo, viejo?

     Como diría Silvio, “El periódico persiste en coleccionar absurdos”. Me parece que estoy metida en una de esas pesadillas tan reales en las que, tras una lucha titánica contra el gigante del inconsciente, logro despertarme. Qué angustia a veces soñar. Pero ya desperté. Me levanto. Exprimo dos naranjas y echo aceite en medio bollo tostado. Qué angustia más grande. Pero ya desperté. Y me siento en el sofá y resulta que el monstruo está acurrucado a mi lado, tomándose un café. Y es que sigo soñando pesadillas dentro de la pesadilla.

     La postura del Gobierno ante la “nueva” tregua de ETA parece ser, a día de hoy, la misma que en septiembre: “El comunicado no sirve. No se bajará la guardia”. “No habrá ninguna condición que aceptemos” (Zapatero). “Buena noticia, pero no es la noticia” (Rubalcaba). Al parecer, el camello no pasa por el ojo de la aguja. Total, si no vamos a tener otro estado de alarma porque el caso no es tan grave como el de los controladores aéreos, si no vamos a dialogar ni a negociar, seamos serios, que a mí me ha costado un potosí levantarme esta mañana y ponerme a trabajar. Vamos a dejarnos de portaditas y fotitos y paginitas centrales y vamos a hablar de lo que hay que hablar, vamos a currelar. Que yo me había preparado un pollo con ciruelas y curri marroquí que me regaló en su día mi amigo Luisete y se me han quitao las ganas de cenar. Que somos ya muy mayores todos. O no.

     Tengo amigos muy preocupados porque CNNplusplús ha dejado de emitir y parece ser que, en España, se va a acabar la pluralidad de la tele. Ahora, toda la tele va a ser Gran Hermano y Sálvame en pantallas planas de 42 pulgadas. ¿Qué nos hace creer que los medios de comunicación en este país son libres de pensar y expresar? Hoy, 10 de enero de 2011, toda la prensa seria utiliza sus portadas para desviar nuestra atención y no pasa nada. Es un día más. O no. Que me tenga que comer mis letritas una a una. Ojalá. Pero me da que ETA es la MANZANA ENVENENADA que nos toca esta semana.
Recordando cuentos grabados en cintas de casete. Los niños que tienen menos de una decena de años no saben que la palabra de los mayores no vale lo que un "pito pito colorito".

No hay comentarios:

Publicar un comentario